23/5/07

DOS



No me canso de anidar en tus recodos,
de recorrerte con mis dedos;
que hasta casi duelen al sentirte anhelante y trémulo…

Indomablemente me instalo en tu pecho;
en las curvas que tu silueta me regala a diario.
Desanudo al placer del tacto, a mis manos
liberando las ansias, las ganas… el gozo.

Tu cuerpo como frágil mármol tibio.
(Escultura egea) me desgarra de creencias,
me emancipa del mundo y sus males…
descubriéndome embrujado por tu desnudez.

Solo soy yo, glorificándote, con piel y esencia…

Te abrazo, te envuelvo… integrándome en vos
como si fuera acostumbrado…
Como si no importara más que el latir de tus venas
y nuestros pechos apretados.

Húmedos roces, incontables besos…
Y una espera obligadamente aletargada
alimenta al gozo de mis sentidos…
que hasta casi hiere de placer inconcluso.

Tu vientre y el mío insaciables;
comprimidos uno contra otro,
y en el medio nuestra hombría
Ardiente y violenta que se reclama.

Latigazos de susurros y besos
conciben espasmos y torciones
Dedos, piernas, manos y lenguas se entretejen,
se funden y confunden, haciendo de dos; uno.


Después el remanso…

Y afuera un mundo insensible.-

Diego.-